jueves, 19 de julio de 2012

El libro invisible. Santiago García-Clairac

Año 1999. El Barco de Vapor. Debe llevar treinta ediciones o más. Resumen: César tiene que cambiar de colegio y de ciudad continuamente; la razón es que su padre es escritor y necesita cambiar de lugar para continuar escribiendo libros. César está enfadado por este hecho y por eso no ha leído ninguno de los libros escritos por su padre. Sin embargo, el ingreso en este nuevo colegio va a ser diferente. Allí conoce a Lucía, su compañera de pupitre, que quiere ser escritora de mayor. Su amistad comenzará a crecer cuando Lucía le defiende de los compañeros que le molestan continuamente. El libro que está escribiendo su padre, “el libro invisible”, del que César le trae páginas en secreto a Lucía, hará que su relación se haga más intensa y que vivan la doble aventura de leer el libro a hurtadillas y por entregas, sin que su padre lo sepa, y la gran aventura que irán descubriendo en “el libro invisible”.

César y Lucía descubren que todos los libros son invisibles hasta que alguien los lee, y hay tantos libros invisibles que esperan ser leídos.
Está claro que los libros nacen de una idea. En la colección Barco de Vapor se aprecia muy claramente. Tiene que ser original, nueva, con garra, aunque a veces no esté narrada de forma muy literaria, más bien con sencillez. Esta novela es recomendable para el fomento de la lectura.

domingo, 15 de julio de 2012

El clan. Peter Dickinson

Año 2001. Ed. Salamandra. Es la primera parte, subtitulado Historias de Suth y de Noli. Nos situamos en África, hace doscientos mil años. Los primeros humanos intentan sobrevivir, divididos en diferentes clanes. Aquí, dos jóvenes, llamados Suth y Noli, se encuentran solos y separados de los mayores. Desean rescatar a sus hermanos y a otros niños pequeños que los demás han abandonado para cruzar el desierto. Es una narración épica donde se mezcla con diferentes leyendas. Toda la historia está inventada, por supuesto. El autor se maneja con los datos que podemos tener: cómo conservaban el fuego, los alimentos que tomaban, etc. Lo llamativo es la creación de una especie de mitología muy sencilla narrada en esas leyendas. demás, Además, intenta explicar el hecho religioso partiendo de los sueños o de los dioses que aquí reciben el nombre de Primeros. Es entretenido y a veces te dan ganas de saltarte las leyendas para ver cómo continua la historia, pero son breves y  ayudan a comprender el resto.

domingo, 8 de julio de 2012

El buque fantasma. Dietlof Reiche

Ed. Salamandra. año 2005. Resumen: En un pequeño pueblo de la costa del mar Báltico. Lena aprovecha las vacaciones veraniegas para ayudar en el restaurante de su padre, cuyo interior está decorado con un impresionante mascarón de proa llamado Borrasca, perteneciente a un barco naufragado en el siglo XVIII. A Lena le encanta esa magnífica pieza con forma de cabeza, que parece mirarla con sus ojos de cristal llenos de secretos y promesas de aventuras. Y, precisamente, cuando un restaurador se dispone a trasladaría a su taller, ¡comienzan a suceder cosas extrañas y emocionantes!
Es de esos libros que te enganchan y sigues y sigues leyendo, aunque te vas imaginando lo que sucederá. a veces, te avergüenzas de que los personajes lleguen tarde a una conclusión, pero aún así, merece la pena leerlo este verano. Os lo aconsejo con ganas. Seguro que el buque fantasma os atrapa, así como los protagonistas. Me gusta que no haya una historia de amor, a veces las editoriales te lo piden sin reparos y retrasa o desfigura la historia. Félix y Lena son simplemete amigos.

martes, 3 de julio de 2012

Soy Pedro y no tengo móvil

Hay libros que comienzas en un momento de ¿pasión? y que después continúas por devoción, aunque siempre procuras que salga lo mejor posible. Tendré que repasarlo bastante, pero me gusta. Os dejo el primer capítulo, a ver qué os parece. No os digo más, pues el título aclara bastante.

1 ¿Quién soy?

 -          Voy a tardar bastante en explicarme, te voy avisando.

-          No importa. Empieza por el principio.

-          Vale, pues ahí va.


Así comenzó mi historia: soy Pedro, estudio primero de secundaria y no tengo móvil. Es verdad, aunque te parezca mentira. Pero más increíble es lo que sucedió este año. Te lo contaré despacio, para que te enteres bien y en orden, por supuesto. Ahora soy feliz, antes no tanto. Como sabes, si no tienes Twenty, Facebook o Washap, no eres nadie en este mundo. Pues esa sensación tenía yo. Hoy en día, en el colegio, vales tanto como tu teléfono, las películas de estreno que veas y las aplicaciones que sepas utilizar. Es decir, yo igual a cero.


Tras las largas vacaciones, después de acabar Primaria, podéis imaginar cuál fue el regalo sorpresa de mis amigos de siempre, Sandra, Michu y Calpe. A partir de entonces, solo sabían hablar y hablar de los chat, de los twiters e incluso de la música que se bajaban. Yo me quedaba solo, aparte, y mi única esperanza residía en que algún profesor avispado les quitara el aparatito. Nunca sucedía. Y eso que Calpe lo tiraba al suelo en el vestuario cuando pasaban los demás. Así se lo veían. Función táctil y no sé qué cosas más, yo no entiendo mucho.
 

Él era el más decidido, a para algunas cosas. Alto y fuerte, controlaba la clase como una torre de vigilancia. Creo que le gustaba Sandra. Algo normal, pues su pelo rubio, el rostro proporcionado y sobre todo su inteligencia no pasaban desapercibidos. En cuanto a Michu, su estatura era incluso inferior a la mía. Aún le quedaban algunos veranos para crecer en todos los sentidos. Con esta gente y en este ambiente me movía yo a diario.

Mientras, yo estudiaba, leía libros y a veces me aburría en casa. Sí. Por la tarde, ellos se intercambiaban mensajes para poder comentarlos al día siguiente. ¡Qué divertido! Menos mal que jugábamos en el recreo de la mañana y el mediodía a la “peste”, una especie de “tú la llevas”


Mi padre siempre me había dicho que el móvil atonta, pero no se hacía una idea de hasta qué punto. Sobre todo acaba con la imaginación. Quizás por eso soy un bicho raro. Bueno, se me olvidaba un último ingrediente. Tengo cuatro hermanas pequeñas, lo cual remata la jugada.
 

Después de todo esto, puedes juzgar que no era de los más populares del colegio. Empollón, sin dinero y sin móvil. Todo empezó así.