martes, 9 de febrero de 2010

Una entrevista que me han hecho en el semanario Alba

“Deseo transmitir el heroísmo de lo cotidiano”
Los personajes se olvidan de sí mismos para entregarse a una causa común
César Sinde Robledo

Julio César Romano es profesor de Lengua y Literatura, Cultura Clásica y Griego, por lo que está en contacto con sus lectores. Además, tiene cinco hijos, lo cual no le impide sacar tiempo para escribir cuando están dormidos, sin quitarles la dedicación que necesitan. Su hijo mayor es su primer crítico y le hace bastante caso cuando le da consejos, aunque sólo tenga 10 años.
-¿Por qué escribir hoy literatura juvenil cuando tenemos la generación joven que menos lee?
-No es del todo cierto, nuestros jóvenes leen bastante, aunque en muchos casos sea impuesta esta lectura desde el colegio. Además, hay que decir que son buenos lectores, con un paladar exquisito y no se les engaña fácilmente con obras prefabricadas, al contrario de lo que sucede con los lectores de mayor edad. Son exigentes y si una novela no les interesa, la abandonan. Son un público muy agradecido. Por suerte, tengo contacto con ellos y así puedo saber sus gustos.
-¿A partir de qué edad es recomendable “El gigante Ganfal y el caballero oscuro”?
-Es recomendable a partir de los diez años, aunque se puede leer antes, depende de la capacidad lectora de cada joven. Un buen lector de ocho años, y los hay, también estaría capacitado para hacerlo. Muchas veces no es conveniente encajonar a los lectores, pues depende de sus capacidades. Incluso un lector adulto puede disfrutar con su lectura. Yo leo sobre todo literatura juvenil y no sólo por mi trabajo de escritor, sino porque me divierto haciéndolo.
- Este libro parece que está ambientado en lugares mágicos y plantea la clásica lucha entre el mal y el bien. Además de este planteamiento general ¿qué valores destaca en la obra?
-El libro es antecedente de otro publicado por la editorial Palabra titulado ‘El pozo de los mil truenos’. En el primero, hay magia, aunque muy poca. En ‘El gigante Ganfal y el caballero oscuro’ sin embargo no la hay. Se trata de que los protagonistas luchen con sus propias manos, con sus propias fuerzas, no siendo especiales. Ahí está el mayor valor que deseo trasmitir, el heroísmo de lo cotidiano. Son personas como nosotros, que se han entregado en su vida normal y por eso pueden hacerlo también en las situaciones extraordinarias. Sin un entrenamiento previo en la vida diaria, no serían capaces de estas hazañas. También sucede en otro de mis libros, ‘El auténtico grial’. El protagonista busca aventuras después de una vida anodina pero llena de esfuerzos. También el gigante Ganfal encuentra la heroicidad sin buscarla, cuando sólo pretende aprender a leer y escribir en contra de las costumbres de los demás gigantes.
- ¿Qué mensaje quiere transmitir al lector?
Todos somos capaces del máximo esfuerzo y de ser héroes si lo somos en la vida cotidiana. También aparece la amistad, el juicio errado a través de las apariencias y la amistad sincera. Los personajes se olvidan de sí mismos para entregarse a una causa común, a un esfuerzo y trabajo en equipo del cual salen beneficiados.
- Desde la aparición de los primeros libros de Harry Potter hay una moda de creación de literatura juvenil o infantil ambientada en mundos mágicos. Parece que es un buen reclamo la magia para aficionar a este público a la lectura…
-Siempre ha existido otro mundo en el que todo es posible, también antes de Harry Potter. Lo que aportan estos libros, y tiene su mérito, es el descubrimiento de lectores jóvenes que son capaces de leerse setecientas páginas. Antes de esto, era impensable publicar semejantes novelas. Para el escritor y el lector otros lugares que descubrir ofrecen la innovación necesaria donde incluir a personas normales, como nosotros que tienen nuestros miedos y nuestras virtudes. Son otros mundos, pero los mismos valores.


Otra entrevista en la cadena Cope en el siguiente enlace:

http://www.cope.es/14-06-08,entrevista-julio-cesar-romano,2396--8--audios

1 comentario:

César Fernández dijo...

Me parecen muy interantes tus respuestas, Julio. Se nota que son fruto de tu experiencia y de una reflexión serena sobre este nuestro trabajo de escribir.