viernes, 28 de octubre de 2011

Un bosque para tí sola

Sí, este es el título de la nueva novela que estoy escribiendo. Se sale de lo que he hecho hasta ahora, pero disfruto igualmente. Quizás se puede catalogar en novela intimista con trama amorosa y superación de graves problemas. No sé, suena bien, pero no me gusta nombrar a las novelas mediante apellidos. Tienen un nombre, como tus amigos o tus hijos, nada más. Os voy a dejar el primer capítulo, como os prometí. Está sin pulir, pero me gustaría conocer vuestra opinión.

Aquella tarde de julio en Madrid, el calor insoportable rebotaba en el asfalto y ascendía por el aire creando imágenes borrosas. Un coche negro tipo deportivo escapaba de dejar pegados en el suelo las gomas de sus neumáticos a una velocidad excesiva, confiado en que a esa hora nadie se atreviera a salir a la calle. Pero se equivocaba.

En una carretera estrecha, camino de un parque solitario, marchaba una niña de unos siete años junto con su padre. Ella lloraba con ansiedad. Necesitaba recuperar cuanto antes la muñeca que había perdido por la mañana. Las lágrimas ahogaban de vez en cuando sus gritos molestos.

-         No llores más, Alejandra. Enseguida la cogemos y volvemos a casa –dijo su acompañante con impaciencia-. Venga, cruza ya.

La pequeña se había retrasado unos metros y seguía a su padre tan rápido como podía. Fue entonces cuando el coche negro giró en la curva que había antes del paso de cebra. Las ruedas chirriaron. Si Alejandra no se hubiera caído, no habría pasado nada. Tenía tiempo de sobra, pero su rodilla derecha se dobló, como si fuera de cartón. A cámara lenta, el coche arrolló a la niña entre el ruido de un frenazo y los gritos desesperados de su padre. Ella no dijo nada. Solo pudo fijarse en el rostro lleno de terror del conductor. Después, se vio envuelta en cristales que volaban por el aire ardiente del mes de julio junto a su cuerpo dolorido. El color negro se adueñó de su mente.

El padre de Alejandra se quedó inmóvil. Por primera vez no sabía qué hacer. Sus manos se habían agarrotado y su mente ennegrecido. Solo veía el coche que huía cada vez más veloz. Pasó casi un minuto para que buscara el móvil. Sin apenas mirar a su hija, tendida en el suelo, pudo marcar las teclas necesarias para hablar con su mujer.

-         ¡Llama a una ambulancia! –le gritaron al otro lado del teléfono tras su explicación entrecortada.

Aquella voz lo despertó y por fin se acercó a su hija. No quería ver la sangre, no quería saber si estaba muerta, no quería nada. Se sentía como un cadáver sin cabeza. Un sentimiento de culpabilidad se agarró a su nuca. Iba a perder la conciencia.

-         ¿La ha tocado? –le dijo alguien vestido de blanco.

-         No. –Contestó desde su mundo.

-         Mejor.

Tras colocar un arnés alrededor del pequeño cuerpo, la subieron a una ambulancia. Alguien le empujó a él dentro de la ambulancia, contra su voluntad. Deseaba salir corriendo, escapar, huir del dolor y de aquellas luces naranjas.

A veces, Alejandra escuchaba entre sueños la sirena. Llevaba un plástico en la nariz y la boca le sabía a sangre. Apenas podía respirar. Pudo ver el rostro de su padre. Le pareció apenas reconocible, como si un montón de años le hubieran caído encima. Lloraba mientras hablaba por el teléfono móvil. Puso la mano sobre su frente. Las luces del interior se diluyeron. Ella perdió el conocimiento de nuevo. Ya no despertaría hasta el día siguiente.

Por un instante, la habitación blanca del hospital le pareció el cielo. Este pensamiento se diluyó al instante cuando sobre su cuerpo se inclinó un hombre con una bata verde. En su cabeza había una especie de gorro del mismo color.

-         ¿Puedes oírme, Alejandra?

La niña intentó mover el cuello para asentir, pues la garganta le avisó enseguida de que no podía hablar. Tampoco su cabeza le respondió. Un armazón de hierro que le cubría casi todo el cuerpo impedía cualquier movimiento. Cerró los ojos de forma pausada para dar a entender que allí estaba, sí, que no estaba en el más allá.

Su madre, Esperanza, se asomó y entró en su escaso campo de visión. No quería llorar, pero las lágrimas asaltaron sus mejillas en unos segundos. Se puso la mano en la cara desencajada por el dolor y se quitó de en medio. Un brazo la agarró por los hombros y la apartó.

Alejandra miraba con asombro la escena. Su padre apareció también y le dio un beso en la frente. ¿Dónde estaba su muñeca? No tenía fuerzas para preguntarlo. La niña decidió hacerse la dormida. No soportaba la escena. También sus ojos se humedecieron igual que sus labios cuando bebía de la fuente del colegio.

-         ¿No hay ninguna esperanza de que vuelva a andar? –preguntó su padre al médico.

-         Creo que no. La vértebra que se ha roto lo hace imposible. Solo un milagro cambiaría la situación- el doctor permaneció un instante en silencio antes de continuar-. Esto es muy duro, pero sepan que ustedes deben mostrarse alegres delante de ella. Si no son capaces, mejor que se salgan de la habitación.

La madre de Alejandra miró a aquel desconocido que de repente aparecía en su vida como alguien importante. Ya nada sería igual, pensó durante un segundo. Decidió irse al pasillo y llorar durante horas. Después, ya no lo haría más. Se hizo esa promesa. Después, sacó de su bolso la última redacción de su hija. La guardaba con mucho cuidado, pues le había encantado. La desdobló y comenzó a leerla en silencio. Prácticamente se la sabía de memoria.

“Mi familia.

Mi nombre es Alejandra, y vivo en una casa estupenda, aunque pequeña. No necesitamos más, pues somos tres. Mi padre, mi madre y yo, que tengo siete años ya. Mi padre es alto, delgado y le gusta jugar conmigo. Tiene el pelo moreno y muchísimo. Lo que pasa es que a veces trabaja en casa con su ordenador. Pone muchos números en fila y como se salte uno se pone muy nervioso y nos manda callar. Mi madre es muy guapa, yo me parezco a ella. Las dos tenemos el pelo rubio y rizado. Nos encanta ponernos delante del espejo, las dos juntas y peinarnos una y otra vez. Ella trabaja, pero menos, así puede llevarme y recogerme del colegio. Me da así tres besos al día. Cuando vamos, cuando volvemos y al irme a acostar. Yo estoy muy contenta de los padres que tengo. Además, casi nunca nos pasan cosas malas. Cuando hay cumpleaños nos reímos mucho y vienen mis abuelos a comer tarta. Se me olvidaba, en mi familia también está mi muñeca de trapo. Duermo con ella y le cuento todo lo que quiero. Ella se llama María.

25 comentarios:

Miguel Luis Sancho dijo...

Está bien buscar nuevos caminos, abismarse en otros géneros. Como escritor, siempre se aprende.

julio cesar romano dijo...

No hay que olvidar que escribiendo se disfruta, más aún cuando todo es nuevo.

César dijo...

Buen comienzo. La historia promete conmovernos... y yo tengo sed de novelas que me conmuevan. Ánimo.

julio cesar romano dijo...

Como he comentado, es algo novedoso para mí. Lo mejor que me puedes decir es que conmueve. Ese es el punto, no más, que busco.

Unknown dijo...

Quiero obtener este libro via online gratis que hago

Unknown dijo...

como obtengo este libro online completo

julio cesar romano dijo...

Se puede comprar en digital en la página web de la editorial Palabra, en Amazon o en las librerías que lo tienen, aunque en este caso será en papel, un poco más caro. Me alegro de tu interés, pero ya sabes lo que pienso de las descargas "gratis". Acaban con los escritores, que tenemos que comer.
Un saludo.

Anónimo dijo...

hola en mi instituto hemos leído tu libro , esta muy bien, vas a venir a visitarnos el 26 del mes que viene , que ilusión .
atentamente: una estudiante

estudiante dijo...

hola en mi instituto hemos leído tu libro , esta muy bien, vas a venir a visitarnos el 26 del mes que viene , que ilusión .
atentamente: una estudiante

julio cesar romano dijo...

Me alegro mucho de que te haya gustado. Espero que a los demás también. Nos vemos en tu Instituto. Un saludo.

Anónimo dijo...

NOS HA ECHO MUCHA ILUSIÓN QUE NOS HALLAS CONTESTADO, UN SALUDO UNA ESTUDIANTE:)

Anónimo dijo...

NOS HA ECHO MUCHA ILUSIÓN QUE NOS CONTESTARAS, UN SALUDO UNA ESTUDIANTE:)

julio cesar romano dijo...

Siempre contesto, me parece de mala educación no hacerlo. Además, me encanta mucho que haya comentarios. Nos vemos pronto en tu Instituto. Espero que lo paséis bien en el encuentro de autor.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Hola, he leído tu libro y me ha encantado! ¿Qué te ha inspirado a escribir el libro y a hacer a Alejandra un personaje tan positivo ante la vida?

Unknown dijo...

Hola! lei tu libro y me encanto la manera en la que Alejandra ve la vida, de manera muy positiva.
¿Qué te inspiró a escribir este libro y que mensaje quieres transmitir por medio de tus personajes?

Unknown dijo...

Buenas tardes Cesar, mi nombre es Daniela Salinas y soy estudiante de Bachillerato. Estoy haciendo un trabajo de 4,000 palabras basado en tu libro "Un Bosque Para Ti Sola", en el que analizaré la perspectiva de Alejandra hacia la vida tras su accidente y su enfermedad. Me ha encantado mucho tu libro y por eso lo escogí para hacer este proyecto para el diploma del Bachillerato Internacional.
Quería hacerte unas preguntas acerca de este como por ejemplo:
1. ¿Por qué escogiste a una niña como protagonista?
2. ¿Por qué decidiste que Alejandra tenía una enfermedad además del accidente que había sufrido?
3. ¿Por qué razón Alejandra se mantiene tan positiva a pesar de todo lo que sufre?
4. ¿Qué mensaje pretendías transmitir con tu libro?

Me sería de mucha ayuda que respondieras mis preguntas, ya que una entrevista al autor del libro se vería muy bien en mi trabajo. Felicidades por este maravilloso libro, estoy enamorada de el.

Gracias de antemano

Unknown dijo...

Hola! mi nombre es Daniela Salinas y estoy haciendo un trabajo de 4,000 palabras acerca de su libro y la perspectiva de Alejandra hacia la vida después del accidente. me encanta su novela y el enfoque positivo que decidió darle. quería hacerle unas preguntas que me ayudarían mucho en el trabajo:
1. ¿Por qué decidió utilizar a una niña como protagonista?
2. ¿Qué mensaje quiere transmitir con su libro?
3. ¿Por qué decidió que Alejandra sufriera una enfermedad además del accidente?

Julio César dijo...

Con mucho gusto te respondo a las preguntas.

1.- La protagonista es una chica por lo siguiente:

- Las mujeres saben expresar mejor sus sentimientos y tienen esa necesidad. Tienen más sensibilidad. De esta manera, un blog personal donde desahogarse no es muy llamativo. Además, hoy en día las mujeres leen más, por lo que llega más a ese público si se identifican con ella. Quizás, también, en el fondo, ha influido el hecho de tener cuatro hijas en edades más o menos adolescentes, una gran ventaja para meterse en su piel. Por último no hay que olvidar que una mujer parece más preparada para enfrentarse al dolor.

2.- El tema principal del libro es el dolor. Como profesor, me pregunto muchas veces si estamos educando y preparando a los jóvenes para afrontar los problemas del futuro o los protegemos del dolor. Hay padres que no cuentan los problemas de la familia a sus hijos para no preocuparlos y lo único que consiguen es impedir que alcanzan la madurez. El dolor se esconde y solo se enseña el placer, la vida cómoda. Nos olvidamos que el negro va sobre el blanco y al revés. Solo cuando nos entristecemos de verdad, podremos alegrarnos después. Algo que vimos en la película "del revés" con el personaje Tristeza.

3.- En ningún momento se presenta la eutanasia como opción porque es imposible que quepa en la cabeza de Alejandra. Ella es una luchadora y esa salida "fácil" no va con su forma de ser y creo que con la de nadie. a veces, como intento mostrar en el libro, se pretende esconder el dolor y los que más podrían pensar en esa opción son los de su alrededor. Ella sobresale por encima de sus padres, que sufren más. Se trata de esconder de nuevo el dolor con la búsqueda de la muerte, la eliminación. Lo comparo al niño que hace un castillo de naipes y, cuando se cae la parte de arriba, lo tira todo. Otros continuarían construyendo desde la zona que se salva. Esa es Alejandra.

4.- La lucha, la conquista de la felicidad, pues hay que alcanzarla desde el combate. No hay que rendirse, pues desde el dolor, desde la invalidez, desde la diferencia, se puede llegar a la felicidad, incluso en mayor medida. Hay personas que gozan de salud que no saben agradecerlo. Otros no pierden la alegría a pesar de la enfermedad y lo ven como un motivo para superarse. Hay numerosos ejemplos a lo largo de la historia donde los héroes diarios descienden hasta el "infierno" para volver con más fuerza.

Espero que te haya servido y te agradezco de nuevo que hayas pensado en mi libro para tu trabajo. Me gustaría tenerlo cuando lo acabes.

Unknown dijo...

Hola Julio César,
Soy profesora de Español en los Estaos Unidos y estoy pensando usar tu libro Un Bosque Para ti Sola como parte de mi clase de Español III. Aunque Español no es el primer idioma de mis estudiantes estoy tratando de animarlos a que empiecen a leer en Español. Pienso que tu libro es un buen comienzo con la gramática y vocabulario que tienen. ¿Mis estudiantes podrían comunicarse contigo a través de tu blog o por email como parte de su proyecto final del libro?

Gracias,
Susan Carreño

julio cesar romano dijo...

Hola Susan.

Por supuesto que pueden ponerse en contacto conmigo a través del blog. Me gustaría darte mi correo. Si me das el tuyo, te escribo y así tienes el mío. Sería más directo.

Gracias por elegir mi libro.

Un saludo.

Rubelina dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Unknown dijo...

Wow, pensé que ya no estaba activo por aquí.
Hola, tengo 17 años y vivo en chile. Para mi clase de lenguaje tuve que elegir un libro para mi exposición y buscando en la librería de mi amiga encontré "Un bosque para ti sola".
La verdad, no le tenía mucha fe ya que mi amiga me dijo que no le llamo nunca la atención y por eso no lo leyó, pero ¿Por qué yo terminé llorando? No sé si es que estaba muy sensible, pero el libro si me llegó. Me gusto mucho a decir verdad asi que no se lo devolveré.
Ahora, hay un punto de mi expo que debe hablar sobre el "contexto de producción" no sé si usted responda a tiempo pero ¿Podría responderme aquello? Decirme si algún sentimiento o situación en su vida lo inspiro a escribir esta novela o solo fue pura imaginación.
Tambien datos como su edad, fecha de nacimiento, estudios y ese tipo de cosas que aún no he podido encontrar. Bueno, solo si quiere lo último, no es tan necesario.
Pues eso, saludos desde aquí.

julio cesar romano dijo...

Buenas.

Me alegro de que el libro te conmoviera. Eso pretendía. Con respecto a tus preguntas, por aquella época tenía un alumno que estaba en sillas de ruedas y trabé mucha amistad con él. Eran admirables su alegría y sus ganas de vivir. Aún sigue teniéndolas y dando lecciones a quien se encuentra con él. Como habrás descubierto, soy profesor desde hace veinticinco años, calcula mi edad. Jeje. Estudié Filología Hispánica en la Universidad Complutense, en Madrid.

Espero que te haya servido y que aconsejes mi libro a otras personas.

Un abrazo.

Unknown dijo...

WOWOWOWOWOW Gracias por responder, recién me fije del mensaje. Aún estoy a tiempo, expondré mañana. Gracias nuevamente JEJEJEJEJE ♡

julio cesar romano dijo...

De nada. espero que te salga muy bien la exposición.