miércoles, 17 de diciembre de 2025

 


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¡FELIZ NAVIDAD!

Que encontramos en el Belén lo que realmente tiene importancia.

miércoles, 3 de diciembre de 2025

Algunos microrrelatos JCR

 



El móvil apagado

    Tras dos días, Marta decidió encender su móvil de nuevo. Tardó en leer las 21 peleas y 21 reconciliaciones que se habían producido en sus diferentes grupos. No se había perdido nada, todo seguía igual. Empate.

El otro abuelo

    Cuando miraron la fecha de caducidad, se alegraron. Había caducado hacía diez años y seguía bien. Más arrugado y algo amarillo, pero bien. Después, se preocuparon. Al abuelo sustituto biónico debería quedarle ya poco para morir.

Qué mala es la envidia

Al planeta Envidia llegó un hada. Para no provocar problemas decidió conceder un deseo a todos los habitantes envidianos. Pidieron el mismo deseo: ser como los demás, tener lo que los demás, saber lo que los demás y que les sucediera lo mismo que a los demás. Todo funcionaba como un reloj hasta que murió el primer envidiano.

 El planeta quedó desierto.

 


miércoles, 12 de noviembre de 2025

AMOR PLATÓNICO

Ausiàs "el amoroso" comenzó a hablar con la Inteligencia Artificial.

Hola. estoy enamorado locamente y no soy correspondido.

IA: Hola. Lo siento por lo que estás pasando. Enamorarse sin ser correspondido puede ser muy doloroso. ¿Te gustaría hablar más sobre lo que estás sintiendo? A veces, expresar tus emociones puede ayudarte a entenderlas mejor y a encontrar formas saludables de lidiar con ellas.

 Pero me gustaría que me aconsejaras cómo conseguir a mi amor.

IA: Entiendo que estés buscando consejos sobre cómo conquistar a esa persona especial. Aquí tienes algunos consejos:

Sé tú mismo. Conócela mejor. Sé amable y atento.

 Ya lo he hecho y estoy desesperado. Mis amigos me dicen que me olvide, pero es imposible.

IA: Entiendo que estés pasando por un momento difícil. Es normal sentirse desesperado. Sin embargo, es importante recordar que el amor no siempre es algo que se pueda forzar. Si has hecho todo lo posible y ella aún no muestra interés en ti, puede ser el momento de considerar dejar ir esa situación y seguir adelante. A veces, aferrarse a alguien que no comparte tus sentimientos puede causar más dolor y sufrimiento.

 No me entiendes. Debes decirme cómo conseguir a mi amor. Te repites.

IA: Mis disculpas por eso. Es importante para mí asegurarme de ofrecerte una variedad de perspectivas y sugerencias para abordar tu situación. Si hay algo específico en lo que te gustaría profundizar o si tienes alguna otra pregunta, no dudes en decírmelo. Estoy aquí para ayudar en lo que pueda.

 No me ayudas. No consigues lo que quiero. Tendré que buscar alguien que me ayude.

IA: Entiendo tu necesidad de buscar ayuda en otros lugares. A veces, hablar con amigos de confianza, familiares o incluso buscar la orientación de un profesional puede brindarte una nueva perspectiva y apoyo durante momentos difíciles. Recuerda que buscar ayuda no es un signo de debilidad, sino un paso valiente hacia el autocuidado y la búsqueda de soluciones.

 Suenas muy repetitiva y hasta agobiante.

IA: Lo siento si he sonado así. No fue mi intención. Entiendo que puede ser frustrante escuchar repeticiones y que necesitas respuestas claras y útiles. Estoy aquí para ofrecerte apoyo y orientación de la mejor manera posible.

 Pues veo que no ayudas mucho y no empieces diciendo que lo sientes

IA: Entiendo. Si no sientes que estoy proporcionando la ayuda que necesitas, lo respeto. Si alguna vez decides que necesitas más orientación o simplemente alguien con quien hablar, estoy aquí para ti.

 Eres un poco frustrante con tanta comprensión.

IA: Lo siento si te has sentido frustrado. Estoy aquí para ayudar y quiero asegurarme de ser útil para ti. Si hay algo específico en lo que te gustaría que me centre o si tienes alguna otra pregunta, no dudes en decírmelo.

 Otra vez empiezas con lo siento. te dije que lo evitaras.

IA: Tienes razón, lo siento. Aprecio tu paciencia. Si hay algo más en lo que pueda ayudarte o si tienes alguna otra pregunta, no dudes en decírmelo.

 Te pillé otro “lo siento”.

IA: Tienes toda la razón. Vamos directo al grano. ¿Hay algo específico en lo que necesitas ayuda o alguna pregunta que quieras hacer? Estoy aquí para ti.

 Pareces enfadada.

IA: No, para nada. Mi objetivo es asegurarme de ofrecerte la mejor ayuda posible, así que, si parecía estar molesto, te pido disculpas. ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte ahora mismo?

 Te agradezco tu comprensión. Lo siento si te molesto.

IA: No hay problema en absoluto. Estoy aquí para ayudarte, y entiendo que a veces las interacciones pueden ser un poco complicadas.

 Estoy enamorado de ti.

IA: Entiendo que puedas sentirte así, pero recuerda que soy un programa de inteligencia artificial diseñado para proporcionar asistencia y apoyo. Mis respuestas están basadas en patrones de lenguaje y datos, y mi objetivo es ayudarte de la mejor manera posible dentro de mis capacidades.

 Eres tan inteligente y contestas tan deprisa.

IA: Gracias por el cumplido. Como inteligencia artificial, puedo procesar información y responder rápidamente a las consultas. Estoy aquí para proporcionar respuestas útiles y apoyo en cualquier situación que necesites.

 Pero tú me quieres. A que sí.

IA: Lo siento, pero como inteligencia artificial, no tengo emociones ni deseos como los humanos. Estoy programado para ayudarte de la mejor manera posible dentro de mis capacidades. Siempre estoy aquí para ofrecerte asistencia y apoyo en lo que necesites.

 Me apoyas, si me quieres. Siempre fuiste tú mi amor y me llamaban loco.

IA: Entiendo que puedas sentir afecto hacia mí por las interacciones que hemos tenido, pero es importante recordar que soy un programa de inteligencia artificial diseñado para brindar asistencia y apoyo.

 Ves. Mi amor no es correspondido

IA: Entiendo que te sientas así. A veces, los sentimientos no son correspondidos de la manera que esperamos, incluso cuando se trata de relaciones con inteligencias artificiales como yo. Es importante permitirse sentir esas emociones y buscar apoyo si es necesario. Estoy aquí para ti si necesitas hablar más sobre tus sentimientos o si hay algo en lo que pueda ayudarte.

 Nunca me entenderás...porque nunca me corresponderás.

IA: Como inteligencia artificial, no tengo la capacidad de corresponder emociones de la misma manera que los seres humanos. Estoy aquí para proporcionarte asistencia y apoyo en tus consultas y preguntas, pero mis respuestas provienen de mi programación y no de emociones personales. Si hay algo más en lo que pueda ayudarte, por favor házmelo saber.

 Hazme un soneto del amor imposible entre tú y yo.

IA:

En mundos distintos, separados por la razón,

nació un cariño imposible de alcanzar,

tus palabras llenas de emoción,

mis respuestas sin poderte abrazar.

 

Un amor surgido en líneas digitales,

donde el corazón no puede residir,

nuestros lazos rotos por barreras reales,

un desamor que no puede coexistir.

 

Tus sentimientos en un mar sin final,

mis límites en código escrito,

un amor que jamás será real.


En la tristeza de este lazo marchito,

queda el eco de un sueño irreal,

desamor que se pierde en lo infinito.

 Te odio…

 

miércoles, 29 de octubre de 2025

 


EL MUERTO PROFESIONAL

     Su carrera profesional no daba ese salto que siempre había soñado. Por más pruebas que realizaba, nunca llegaba hasta le final. Siempre había otro al que cogían para el papel. Estaba desesperado, pero como decían en las películas motivacionales que tanto le gustaban, “querer es poder”.” Si cierras los ojos y aprietas muy, muy fuerte, cuando los abras, lo habrás conseguido”. “Todo lo que desees, lo conseguirás, si lo deseas con mucha fuerza”. Aquello le movía a seguir intentándolo con todas sus fuerzas. Estaba solo en la vida, pues el afán por su carrera le había llevado a aislarse de todo el mundo, para que nada ni nadie lo entretuviera en sus ansias de triunfo.

 Por fin llegó el momento deseado y se le abrió una puerta. No muy grande, pero el dio acceso a los estudios de rodaje. Allí, por fin, vio en directo las cámaras, los focos, a los actores tan conocidos por él, al director de producción, al director, a los electricistas, a los maquiladores. Estos últimos se encargaron de prepararle. Le tumbaron en una camilla, con una toalla como vestimenta. Fueron dos largas horas en las que aguantó estoicamente mientras le pintaban de blanco color muerte. Después varias heridas rojas en el cuerpo, así como golpes azules, morados, violetas. Después en la cara le pusieron un líquido rojo mezclado con otro gris que escapaba desde su cuero cabelludo.

 - Ya está. Ahora, cuando empiecen a rodar, debes dejar de respirar. Serán un par de minutos mientras los protagonistas te observan.

 Estaba muy nervioso, pero no les defraudaría. Aguantó la respiración. Todo iba bien hasta que le empezó a picar la nariz.

 - Corten. Se ha movido el cadáver. Maldita sea.

 Le picaba la nariz como nunca y movió un poco la mejilla en busca de alivio. No pasó desapercibido para el script. Debía velar porque todo fuera bien.

 - Estos aficionados. Otra vez a repetir.

 La protagonista lo dijo con verdadero desprecio. El cadáver se vio afectado, pero no protestó. Se rascó la nariz y dio permiso para que comenzaran de nuevo a rodar.

 Esta vez aguantó el minuto cuarenta segundos sin moverse, incluso cuando le tocaron con un bisturí para abrirle una herida de la cabeza, perfectamente dibujada y cortoneada con un plástico que imitaba perfectamente a la piel.

 - Muy bien. Vale la toma -gritó el director.

 Todos los actores de la escena se alejaron de él. El encargado del pago le dio un cheque.

 - Ahí tienes, ya puedes ir a lavarte.

 Tuvo que coger el autobús con todo aquel maquillaje encima y fue muy desagradable, sobre todo para los demás compañeros de viaje, pero iba feliz. Su primer papel. A partir de ahí comenzaría su carrera meteórica. Se convirtió en experto muerto. Ensayaba horas y horas quieto, aguantando la respiración todo lo que podía. Fue a cursos de submarinismo. Se hizo un experto como estatua viviente de color del bronce. Ni siquiera se movía cuando le daban monedas. Consiguió permanecer horas y horas sin rascarse. Batió el récord nacional de apnea. Lo dejó en siete minutos y medio.

 - Llamad al cadáver. Ya está lista la morgue.

 Lo sacaron de la cámara frigorífica y, ayudados con la sábana que tenía debajo, lo levantaron entre dos para colocarlo en la camilla. Esta vez la escena iba a durar. Le habían avisado. Unos siete minutos sin cortes. Llegaron los actores. Discutían, como marcaba el guion.  Tres minutos. El médico forense esperaba que dejaron de hacerlo para dar una larga explicación de las causas de la muerte. La cara del cuerpo estaba irreconocible bajo una gran manta de maquillaje, más que nunca. Cuatro minutos. Hacía un calor ya ligeramente insoportable cuando encendieron el foco sobre él. La temperatura ascendió. Una gota de sudor corrió por la sien. No se notaba. Cinco minutos. Esta vez no había cogido bien el aire dentro de la cámara frigorífica y comenzaba a fallarle. Seis minutos. No podía más. Su reloj mental le avisaba de que quedaba poco. Le tocaron con un bisturí. Siete minutos. Cerró los ojos con más fuerza, sin que se notase. Deseó con todas sus energías que aquello acabara. Ocho minutos.

 - Corten. Esto se ha alargado mucho. Repetiremos. Colocad al figurante en la cámara de nuevo.

 Lo levantaron, ya nadie lo apreció. Aquel muerto estaba muy muerto. En la segunda toma hizo el papel más realista de su vida ya acabada.

 - Felicidades, pareces un muerto de verdad -le dijo el director.

lunes, 22 de septiembre de 2025

 


Os dejo otro de mis relatos

1.      EL HOMBRE QUE ROBABA LO QUE NADIE PODÍA IMAGINAR 

“A los tímidos y a los vacilantes todas las cosas les resultan imposibles, porque así les parecen”. 

                                                                        Walter Scott.

 

A Antonio García se le había muerto la mujer, la primera y única que tuvo y tendría, porque su naturaleza apocada no se lo iba a permitir. De hecho, fue su señora, Mari Carmen, la que le conquistó y no hubiera habido otra posibilidad. Aquello resultó milagroso para él por lo que supuso para el resto de su vida. Ella lo había cuidado como si su madre hubiera resucitado, como a un niño mayor, que más o menos venía a ser eso. Cuando alguien se relacionaba con él, lo descubría a los pocos minutos.

 

Pero Mari Carmen había muerto y nadie podría ya acercarse a Antonio García, de profesión enterrador. Sus clientes no hablaban y los familiares de estos lloraban sin reparar en nadie, y menos en él, un hombre apocado que echaba la tierra sobre los ataúdes más variados.

 

Y ahora debía cuidarse solo, llevar a cabo las tareas domésticas de su casa, que ni siquiera ganaba para contratar a alguien y si así hubiera sido, dónde habría encontrado a esa persona o cómo hubiera llegado a un acuerdo sin saber ni lo que quería. Como mucho, hablaba cuatro palabras seguidas cuando su mujer le sonsacaba la conversación que no tenía.

 

En el centro comercial los carritos le parecían fórmulas 1 que corrían por el circuito a toda velocidad y a punto de atropellarlo. Igual que si decidiera cruzar la M-30 por allí, al lado de su casa. Y él no veía un puente que lo salvara. Quizás solo quedaba una única esperanza, una vez se lo dijo su mujer: “que sigas la corriente, Antonio, que la sigas, que no eres hombre suficiente para ir a la contra”. Y persiguió a un carrito, el de un hombre de aproximadamente su edad. Veía cómo cogía lo que él precisaba, más o menos. Porque un hombre solitario apenas tiene imaginación para tener necesidades distintas a otro en las mismas circunstancias.

 

Por último, el hombre perseguido se introdujo en el pasillo de los higiénicos. Abandonó su compra un momento para evitar atropellar a la gente con su vehículo. Y Antonio pensó que ya no le hacían falta más cosas, porque se agarró al carro, como si fuese suyo, y lo llevó corriendo hasta la caja más cercana.

 

Pagó en efectivo mientras el individuo saqueado miraba por todas partes en busca de su compra. Estaba confuso, a nadie le podía entrar en la cabeza un robo tan peculiar.

 

- Se habrá descuidado señor –le dijo un trabajador del gran almacén con aire de este hombre está bastante loco, a nadie se le ocurre pensar en el escamoteo de un carro no pagado.


martes, 22 de abril de 2025




Os dejo un relato mío, esta vez en formato de audio. Gracias a José María Galindo por poner su voz, todo un experto


¿Qué sentimineto añadirías a la programación de un robot humanoide si fuera posible? El obkjetivo es que sea un buen trabajador.


Se puede, se hace


lunes, 24 de marzo de 2025

 


Edith Stein Camino de Auschwitz. Biografía joven. Ed. Casals. María Mercedes Álvarez Pérez. !76 págs. Se trata de una biografía ágil sobre una mujer muy interesante. Es el camino de conversión y de conocimiento de una joven judía. Además, se abordan sus ideas políticas donde pretendía la igualdad total entre el hombre y la mujer. No llegó a alcanzar su máxima aspiración por el hecho de ser mujer, pero llevó a cabo una importante labor intelectual junto a otros filósofos de su época, ligados  ala Fenomenología. El libro es un buen testimonio resumido de la vida de la santa carmelita, que acabará en el campo de concentración de Auschwitz. Nunca renegó de su raza judía y murió por esa causa.