César Fernández García, y ya van unas cuantas, ha publicado una nueva novela en la editorial Bruño. Como es amigo mío desde hace tiempo, no voy a dejar pasar la oportunidad para darle la enhorabuena. Porque, aunque sean ya más de veinte novelas las que ha publicado, cada una de ellas es como un pequeño hijo que lanza a la vida. Detrás, hay un gran esfuerzo, no sólo para escribirla. Primero hay que pensar, como él dice, raro trabajo éste. Después, hay que reflejar la idea en el papel durante unos meses de intenso esfuerzo. Más tarde, nos la manda a los amigos. Y comienza de nuevo su labor de arreglo y composición, que lleva otros meses. Al final, cuando ya está cerrada por completo, hay que mandarla a las editoriales y esperar mucho tiempo, a pesar de ser un autor consagrado, hasta que se recibe respuesta.
Esta es la tarea de todo escritor, paciencia y paciencia. Nosotros no recibimos gratificaciones por cada hora que dedicamos, como en otras profesiones. Sólo cuando vemos que lo escrito llega a buen puerto, algún año después, podemos resoplar y gozarnos. Porque ha pasado tiempo desde que yo leí El hijo del ladrón, mucho tiempo.
Y no hablemos de las novelas que desgraciadamente pueden quedar guardadas en un cajón...Aquellas que no pueden nacer a la vida y claman al cielo desde su cárcel.
1 comentario:
Como todas las novelas de César, esta nueva obra tiene una trama interesante, bien desarrollada y escrita, llena de sustos y de emoción.
¡Enhorabuena César!
Otro vez lo has conseguido, que no es fácil.
Otro éxito más,sin ninguna duda. Gustará a cientos de chavales. estoy seguro.
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